Un estudio demoscópico difundido por la Agència d’Estratègia Turística de les Illes Balears (AETIB) descubre un estado de opinión ciudadano favorable al turismo, pero también ha decaído durante los últimos diez años. El sondeo, encargado por el Govern, recoge que casi un 70 por cien de los encuestados considera que debería limitarse la llegada de visitantes, cruceros, el número de plazas y de establecimientos. Las actividades peor valoradas son el alquiler de coches y el alquiler vacacional con más de un 79 por cien de reprobación.
Esta encuesta se realizó en octubre del año pasado, tras las primeras movilizaciones contra la saturación y la emergencia habitacional. Estas concentraciones abrieron un gran debate sobre el modelo turístico balear y la presidenta Prohens impulsó la creación de la Mesa pel Pacte Polític i Social per la Sostenibilitat Econòmica, Social i Ambiental. La falta de apoyos en el Parlament impidió la ejecución de parte de su plan, pero, a través de los consells, se han multiplicado los recursos para perseguir el alquiler vacacional irregular y en los próximos meses se adoptarán medidas para limitar la entrada de vehículos. Hay un aspecto de gran impacto que debe ser más valorado: el crecimiento poblacional al tener efectos sobre el conjunto de la sociedad y la economía de las Islas.