El Consell va a aprobar en el pleno del lunes el nuevo reglamento lingüístico para equiparar el uso del catalán y el castellano e impulsar el menorquín en las publicaciones y la publicidad. Se propone la modificación de 18 de los 27 artículos. Esta propuesta del equipo de gobierno del PP es fruto del acuerdo con la consellera Maite de Medrano para la aprobación de los presupuestos del Consell para 2026. Además, la propuesta también estaba prevista en el programa electoral del PP y siempre ha sido una posición asumida por el conseller de Cultura Joan Pons Torres, por lo que el paso no es una sorpresa, aunque lo sea la rapidez con la que se lleva a cabo.
La lengua propia y la garantía sobre las lenguas oficiales no debería ser objetivo de enfrentamiento político y para hacerlo posible sería necesario un consenso que se antoja imposible. Preservar la lengua propia es un objetivo necesario y compartido por una mayoría. Ahora, sin embargo, el cambio que plantea el equipo de gobierno no cuenta, por ejemplo, con el apoyo del servicio de asesoramiento lingüístico de la propia institución o del IME. La polémica no aportará nada bueno a la lengua ni a la institución.