En un momento de máxima debilidad del Gobierno PSOE-Sumar por los casos de presunta corrupción y los escándalos de acoso sexual que señalan a dirigentes y cargos públicos socialistas, Pedro Sánchez se aferra al poder, niega la mayor y, sin darse por aludido, proclama su «determinación» para seguir en La Moncloa, pese a «las campañas de acoso personal, fango y mentiras». El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE descarta el adelanto electoral o una remodelación del Ejecutivo en profundidad, exigida por Sumar, pero la formación de la vicepresidenta Yolanda Díaz no renuncia a los ministerios que dirige en el Gobierno de España: Trabajo, Cultura, Sanidad; Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, e Infancia y Juventud. Con el ‘manual de resistencia’ en la mano, Sánchez negó la financiación irregular del PSOE al estallar la trama Koldo García-José Luis Ábalos-Santos Cerdán; y dijo haber actuado con contundencia en los casos de acoso sexual, sin admitir que tras haber publicados por la prensa. Con su habitual optimismo proclamó de que puede seguir al tener suficiente apoyo parlamentario. Pero un PSOE cercado por las detenciones y dimisiones por la corrupción y el acoso sexual pierde la confianza y la credibilidad. Sánchez pretende aplicar el «quien resiste, gana» sin asumir responsabilidades ni hacer autocrítica.
La huida hacia adelante de Pedro Sánchez, que desdeña la autocrítica
Editorial | Menorca |