No sé si le pasará a alguien más, pero a mí esto de la crisis del Govern balear se me está haciendo más largo que una canción de Celine Dion. Además, me irritan las puestas en escena en plan película de Stallone, que por mucha intriga que se quiera poner ya sabes cómo van a acabar. Lo que ocurrió ayer en el Consolat de Mar era previsible por mucha mano tendida y mente abierta con la que se citaban amablemente unos y otros. Al final, todo igual y "qui dia passa, any empeny". Pero lo mejor, o peor, son las declaraciones posteriores a los periodistas. José Ramón Bauzá (PP) dice que el gobierno pretende "mantener las sillas calientes" o que les han querido regalar un "billete de lotería caducado". Josep Melià (UM) asegura que no tiene "miedo" a ningún escenario y que Xisco Antich es "realmente" el responsable de desestabilizar a la Comunidad, eso sí, la reunión fue "cordial". ¿Y que piensa el president?, que no tiene la sensación de "depender de nadie" para gobernar.
¿Y ahora qué?, será el Parlament un hervidero de propuestas, pactos y consensos... Puede que sí, pero no hace mucho una fotografía delataba a sus señorías. Simón Gornés estaba en la tribuna defendiendo una propuesta del PP ante un hemiciclo prácticamente vacío y que, ¡oh sorpresa!, sería luego apoyada por UM. Vamos a ver si se animan y procuran acabar esta legislatura con un mínimo de dignidad.