Un gobierno de dos se parece a un matrimonio, un día va mejor que otro". De esta manera tan acertada resumía Pilar Carbonero el pacto de gobierno entre el PSOE y PSM en Ciutadella que recién ha cumplido un año. Esta relación se da también en el Consell y la alcaldesa tiene razón: en las parejas siempre hay altibajos. De hecho, ayer comparecieron ante la prensa Damià Borràs y Joan Lluís Torres para intentar aclarar y zanjar las diferencias que han surgido entre socialistas y nacionalistas en torno al vial alternativo a la carretera general. No ha habido pelea en plan dúo Pimpinela, sino una "disfunción en la comunicación" y/o un "desencuentro comunicativo" (?). Estas perlas las soltó el vicepresidente bajo la fría mirada y cara de póker del conseller de Cultura (véase la fotografía de Javier en la página 3).
Pero las palabras también se pueden interpretar. Por una parte, Borràs aseguró coincidir con el PSM en que la imagen virtual del vial difundida a los medios era un tanto exagerada en cuanto a dimensiones. Y Torres aprovechó para dar un pellizco al presidente Marc Pons al considerar que su petición de lealtad institucional a los socios de gobierno había sido "desafortunada".
En definitiva, no pasa nada. Sólo ha sido una "disfunción" en los despachos del CIME.