La comparecencia ante el juez de la ex presidenta del Parlament balear concluyó con una dura resolución para quien hasta esta misma legislatura ha sido el personaje más poderoso de la política en esta Comunidad. Retirada de pasaporte, fianza de 350.000 euros para eludir la prisión y fianza de 2,6 millones de responsabilidad civil reflejan la gravedad de los delitos que se le imputan, casi todos ellos relacionados con el desvío de dinero público a bolsillos particulares a través de diversas operaciones y maniobras fraudulentas. Munar, que de entrada ha negado todas las acusaciones, no es el primer personaje de la vida institucional que aparece en este escenario, pero sí el que mayor repercusión alcanza por su larga trayectoria institucional, por su liderazgo y papel clave en la formación de gobiernos y por las severas medidas cautelares que se han dictado contra ella.
La comparecencia de la ex presidenta de Unió Mallorquina se ha producido apenas una semana antes de la cita ante el juez de Jaume Matas, que llega en un momento de enorme excitación política-judicial y después de una investigación sobre el caso Palma Arena cargada de sospechas en torno a la gestión del ex presidente. Se aventura otro largo episodio.