Apunto de ponerse en marcha, la construcción del centro tecnológico de Alaior ha despertado varios frentes de interés. El más importante de ellos corresponde a las empresas, convencidas de que la innovación y la tecnología determinan la competitividad y el futuro, junto con la Administración, promotora y gestora de la iniciativa. Pero además, el carácter de complejo con vocación de convertirse en referente de modernidad y el prestigio que conlleva su diseño y posiblemente también el parón repentino de la construcción han influido en la abultada presentación de proyectos al concurso de ideas para su construcción.
El conseller Carles Manera, a la luz de la experiencia y resultados del Parc Bit de Mallorca, ha resaltado la importante repercusión que este centro tendrá en Menorca como aglutinador de actividades de alto valor añadido. La apuesta inversora está en consonancia con esos objetivos, cinco millones de euros, y con las expectativas del sector productivo. El ámbito de las nuevas tecnologías ofrece un saldo de ocupación netamente positivo, abre una nueva vía de oportunidades y permite crear una plataforma de apoyo a la industria tradicional y al sector servicios, clave en la economía de la Isla.