Las ciudades o regiones aspirantes a ser Capital de la Cultura Europea en 2016 pasarán una primera criba en julio, cuando se darán a conocer las cinco finalistas. Baleares se sumó tarde a un grupo con fuertes competidoras como Córdoba, Burgos o San Sebastián, entre otras, pero el empeño de un empresario cultural, hasta ahora desconocido en Menorca, Hubert Feil, ha hecho que el proyecto Illes Balears 2016 avance, se presente en todos los foros y haya sido aceptado por la Comisión Europea. En una sociedad desmovilizada y acostumbrada a que la iniciativa llegue desde el ámbito público, es loable el entusiasmo de un promotor privado que cree en el potencial de las islas, que a medida que avanza el proceso se promocionan, al margen de que se consiga o no un título que supondría un enorme impulso cultural y económico.
En este contexto resulta chocante que Illes Balears 2016 sea, como afirman sus promotores, la única candidatura que ha acudido a la conferencia celebrada en Madrid sin ser arropada por el apoyo oficial del Govern y de los responsables de Turismo.