Eurobijoux ha superado el reto de la feria de Palma, sin grandes alardes, pero con aspectos positivos y algunos retos de futuro. Un ligero incremento de visitantes y de expositores es el primer aspecto a valorar. Por si mismo no justificaría el cambio de ubicación de la feria y además es verdad que Menorca ha perdido el beneficio económico que generaba el certamen en Maó. Sin embargo hay que valorar el objetivo estratégico de SEBIME. Es importante la decisión de los bisuteros europeos de apostar fuerte por dos convocatorias internacionales, las de Milán y Palma. También la intención de reforzar la estructura de SEBIME y consolidar su peso a nivel europeo, manteniendo sus raíces en nuestra isla es otra cuestión positiva. Este es uno de los retos para los próximos años.
La supervivencia del sector y de sus puestos de trabajo es el gran objetivo. Para ello no bastan las ferias comerciales, sino que el apoyo de la administración también debe estar destinado a fomentar las acciones que cada empresa lleve a cabo en el exterior, así como la innovación y el diseño.
Matthias Roters habrá sido un gran presidente de SEBIME. Su valentía y su compromiso con la sociedad menorquina merecen un reconocimiento.