Maó sigue padeciendo los problemas de masificación escolar, sin que el Govern sea capaz de afrontar esta situación con una visión de futuro. El próximo curso se van a crear dos nuevas aulas de P3 debido a un incremento de la demanda de plazas, sin que todavía hayan empezado las obras del nuevo centro escolar, una infraestructura pendiente desde hace muchos años y que tampoco va a resolver las carencias que se arrastran. La planificación prevé que este centro sustituya al colegio de Sa Graduada, cuyo colectivo de padres sigue luchando para evitar el traslado y para que la Administración responda a las necesidades reales en este municipio. La construcción de aulas prefabricadas ha pasado de ser una opción de urgencia y provisional a una alternativa casi permanente o como mínimo a largo plazo, cuando no son espacios que reúnan condiciones para una enseñanza de calidad. De todas formas, hay que esperar que las obras del nuevo centro empiecen este año y que este proyecto urgente no sea víctima de los recortes presupuestarios a inversiones públicas no iniciadas. Si a las carencias en infraestructura se añade el recorte de las plantillas de profesores, el discurso sobre la importancia de la Educación perderá toda credibilidad.
Editorial
La masificación escolar se incrementa en Maó