Alargar la temporada turística es el objetivo casi mítico que pretende nuestra economía, sin embargo también debería preocupar la imagen que ofrece nuestra Isla y por tanto nuestro producto turístico durante el mes de agosto. Hay que reconocer que los aspectos a mejorar son numerosos. La masificación de las playas vírgenes, desde el sur de Ciutadella, al norte de Es Mercadal, se ha convertido en habitual y sin embargo las quejas por la dificultad de acceso son numerosas. Hace falta una mayor planificación para que no defraudar las expectativas de quienes nos visitan, centradas sobre todo en las playas y especialmente en las no urbanizadas. La falta de coches de alquiler y la oferta de algunos de segunda mano es otro aspecto mejorable. Esta problemática se repite y tampoco se ha actuado para intentar resolverla. El esfuerzo que se ha hecho para mantener las playas limpias es insuficiente. Agosto merece un plan específico, si realmente se pretende la satisfacción del cliente. Es verdad que hay que aprovechar el mes punta de la temporada para aspirar a la rentabilidad de los negocios, pero se nota a faltar un planteamiento de sostenibilidad, también referido a la actividad económica.
Editorial
La imagen de agosto no es la mejor promoción