La ocupación hotelera ha mejorado sus resultados en julio en porcentaje y en duración de las estancias con respecto al mismo periodo del año pasado. Las cifras parecen confirmar la tendencia a la recuperación percibida ya en junio, si bien la clave no responde a la evolución espontánea del mercado sino a la obligada política de ofertas y de rebaja de precios que se aplica esta temporada. Disminuye el beneficio empresarial y con ello se ralentiza la inversión en reformas y nuevos productos pero se mantiene la actividad laboral, un objetivo primordial en estos momentos.
El segundo brote de optimismo lo aportan los controladores aéreos, que ayer decidieron no convocar la huelga que ha mantenido en vilo a pasajeros y empresas del mundo turístico. Perdida la batalla contra la opinión pública y constatada la firmeza del Ministerio, el sindicato corporativo ha dado marcha atrás en sus intenciones apelando a un sentido de la responsabilidad que una semana antes habían despreciado. En cualquier caso, ese mismo sentido ha de conducir ahora a controladores y AENA a negociar un acuerdo estable que recorte los abusos de los primeros y garantice la normalidad en el transporte aéreo.