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Carta del lector

Una huelga
necesaria

Recuperar los derechos que se pierden cuesta una barbaridad. Hemos vivido otras crisis y sabemos para qué se han aprovechado. Salimos mal parados, con menos participación de las rentas de trabajo en el reparto de la riqueza, con discriminaciones, con menos coberturas sociales... Colectivamente nos estamos jugando eso. Por eso tenemos que defender los derechos sociales y laborales.Se está destruyendo mucho más empleo que en ningún sitio de Europa. En contra de lo que dice la patronal, despedir es muy fácil porque la "reforma laboral" está pensada para eso. Los gobiernos han dado a la patronal lo que quería: mano de obra barata para ganar mucho dinero en fase de crecimiento y, al ser precario ese empleo, que sea fácilmente desechable.

La consecuencia es muy amarga: desempleo masivo con coberturas sociales muy pobres (una de cada tres personas en paro no cobra prestación). Un desempleo que se convierte en puerta de entrada a la pobreza.Esa realidad interroga sobre qué nivel de gasto social existe para hacer frente a las necesidades sociales y sobre qué nivel de solidaridad -vía fiscalidad, por supuesto- se da en nuestra sociedad para financiarlo. Pues bien, tras 15 años de crecimiento económico y grandes beneficios empresariales, el gasto social y la presión fiscal son las más bajas de la UE. Las políticas reales han beneficiado, a los más ricos en el tratamiento fiscal y, vía privatización, a quienes han hecho negocios privados con las necesidades sociales de la gente.Esas políticas han sido acordadas por los partidos políticos con opción de gobernar. Por todos. En las cosas que importaba al poder económico han hecho lo mismo. La crisis no se debe a "un fracaso colectivo de la sociedad". En absoluto. Se debe al fracaso de las políticas que han beneficiado la acumulación de capital y la especulación. Unas políticas que no se quieren cambiar porque supondría llevarse mal con quien de verdad manda: el capital. Los gobiernos no quieren discutir ningún privilegio de quienes han ganado mucho hasta ahora y quieren seguir ganando. Y no es verdad que se reduzcan todos los gastos públicos, ni mucho menos. Resulta patética la foto política en relación a la Banca: el dinero público que recibe lo utilizan para tapar agujeros mientras imponen intereses de usura a quien solicita un crédito y... los gobiernos dejan hacer, mirando para otro lado. Un comportamiento inaceptable. Sencillamente, no hay derecho. Por otro lado, no hay patronal en Europa más subvencionada que la de aquí. Para esos intereses de clase no se escatima el dinero público.

¿Hay más motivos para la Huelga General del 29 septiembre? Sí. La Patronal, desde el privilegio que ningún Gobierno le discute, chantajea los derechos laborales en los convenios. Lo hizo en el 92 y 93 introduciendo, para discriminar, dobles y tripes escalas. La patronal ve que puede instrumentalizar a su favor el miedo y sacar ventaja para bajar salarios, incrementar jornada, introducir flexibilidad, sustituir empleo fijo por más precariedad... La patronal, que como siempre va a defender sus intereses, aprovecha la situación para empeorar las condiciones de trabajo. Los salarios no han tenido ninguna responsabilidad en lo sucedido, pero no es cuestión de argumentos, es un problema de fuerza.
Esa pretensión es inadmisible. No podemos permitir que paguemos, tanto en empleo perdido con escasa protección social como en el deterioro de las condiciones de trabajo, por algo de lo que no somos responsables. Hay que explicar las cosas justo al revés: si bajan los salarios se perderán más empleos. Así de claro.

El debate económico no es un debate de expertos. Es puro interés, muchas veces disfrazado. Son foros en los que la alianza entre la patronal y el gobierno establecen sus límites. La patronal sabe que el Gobierno le da directamente todo lo que desea: rebajas fiscales, más precariedad, tolerancia plena al fraude laboral y fiscal, rebaja de cotizaciones, subvenciones, bonificaciones... El sindicalismo no puede perder sus señas de identidad legitimando todo eso.

¿Quién dice que no hay razones para la huelga general? Los partidos responsables de esas políticas fracasadas que se defienden corporativamente y, la banca que, sea quien sea el Gobierno aclara que su objetivo es llevarse bien con él. Cambian los partidos en los Gobiernos pero esa alianza de intereses se mantiene inquebrantable.

La huelga general no solo es legítima, es proporcional a los ataques que recibimos. Los sindicatos no pueden mirar para otro lado. Hemos convocado la Huelga General quienes creemos que hay que hacerla. Y la vamos a hacer. Defender las condiciones trabajo en las empresas necesita oxígeno, referencias de lucha colectiva, de solidaridad en los ámbitos concretos de negociación... Una pelea dura a la que hay que dedicar mucho esfuerzo sindical. Y la necesidad de políticas públicas de solidaridad debería conllevar que nadie se quede indiferente ante lo que sucede. Nos movilizamos para condicionar otro modelo de sociedad, más justo, más solidario. No podemos aceptar que se destinen ingentes cantidades de dinero público a los responsables de la especulación mientras se niegan a incrementar el gasto social. Es muy duro y solivianta las conciencias sensibles.

Creemos imprescindible la movilización. Vivimos una época en la que otros -con intereses perversos- han decidido poner en liquidación nuestros derechos sociales y laborales; han decidido descapitalizar lo público recortando impuestos a los ricos y saquear lo que es de todos-as en beneficio privado. La política pública debe recuperar el terreno regalado a los poderes económicos y ponerse al servicio de la gente que la necesita. Es una tarea que nos afecta a todos y todas. Los trabajadores sabemos muy bien que los derechos que se pierden cuestan mucho recuperarlos. Por eso pedimos que participéis activamente en la Huelga General y todas las movilizaciones, que se realicen el próximo 29 de septiembre.

Iñaki Silveira Lorenzo
secretario de Acción Sindical de CCOO

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