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Dietario

Revoluciones e involuciones

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17-II-11
Termino un libro singular, raro, de esos que no se encuentran en las grandes superficies. Me lo regaló Vicent, acreditado arrozólogo de Sant Climent con sensibilidad de poeta. Es un dietario de un escritor, enfermo renal en diálisis permanente, se titula "Diario del hombre pálido" y en él, su autor, Juan García Armendáriz, entre anécdotas de enfermo crónico, desliza perlas como esta: "Por mucho que nos gane la rabia nunca hay que escribir con el corazón latiendo a 150 pm. De ese modo siempre se yerra. Hay que atemperar el pulso para acertar en el tono, una vez que el objetivo se ha colocado en la cruceta de la mira telescópica. Un frío disparo de palabras, no exento de ironía o sarcasmo cuando la ocasión lo requiera. Tigres de papel."

18-II-11
Un constructor amigo, tras lamentarse de la actual situación, me cuenta en la consulta una anécdota de los viejos tiempos, en el franquismo terminal de los primeros setenta. Un conocido empresario de las islas había venido a inaugurar un hotel tras múltiples retrasos. Dijo que era su primera y última inauguración en Menorca.

-¿Y por qué?-le preguntaron.
-Hay demasiados menorquines-contestó.
"Pues seguimos igual", me dice ahora el constructor, sin saber si queremos o no turismo.
Amén.

19-II-11
Tertulia en el Amadeus sobre la polémica entre los periodistas Arcadi Espada y Javier Cercas a propósito de la validez (y virtud) de mezclar ficción y realidad en el articulismo, tesis defendida por Cercas en El País. Aunque al columnista de El Mundo se le fue la mano en su broma de la caída de Cercas en una redada en una casa de putas, comparto su criterio; pienso, como Arcadi, que en la columna debe haber análisis, con humor o sin él, con acritud o amablemente, pero siempre con rigor, dejando la ficción para cuentos y novelas. No me pareció bien que el académico Francisco Rico añadiera, al final de su, por otra parte, magnífico alegato contra la Ley del Tabaco una mentira que pretendía reforzar su tesis, nada menos que jamás había fumado un pitillo...

20-II-11
Antes de sumergirme en la vorágine de malas noticias que inevitablemente me proporciona la lectura de titulares en Internet, ensayo para mi nieta Inés la tercera parte de la trilogía musical, la más difícil para mí: "Escolta es vent". Todavía no me he atrevido a cantársela y la pobre tiene que conformarse una y otra vez con "Tornada a Menorca" que cantábamos en los sesenta en la cueva "Pre Trébol" de Nito, o la consabida "Roseret", la mejor para dormirla. Joan Pons y Lluís Sintes tratan de ayudarme a través de Internet pero me temo no ser un buen alumno, mesquineta…

Y mesquinet Menorca Bàsquet, mis esporádicas presencias no le infunden el talento necesario para contrarrestar los incesantes triples rivales. Al final del partido contemplo a los directivos, buenos amigos todos ellos, en la viva imagen de la desolación mientras el público, fiel y vocinglero, abandona cabizbajo el recinto. Pero ni todo está perdido ni la situación actual minimiza el formidable éxito de estar ahí.

21-II-11
No, no era un mal sueño la masacre perpetrada por el siniestro Gadafi en Libia. Y algo empieza a moverse en Marruecos. No es una revolución debida a Internet pero sin la Red no hubiera sido posible. Tampoco es el hambre, aunque también. ¡Es la globalización, estúpidos!, es el contagio de un anhelo entre jóvenes de todos los países del mundo, el de dignidad, libertad y mejor vida. Pero aún quedan tiranos sin escrúpulos que no dudan en disparar contra el pueblo inerme. Y mientras tanto, la ONU emite inocuos comunicados y Europa, tan cerca, tan lejos, observa y calla. ¿Acaso no es la flagrante masacre libia motivo más que suficiente para alguna acción más expeditiva de la comunidad internacional?

23-II-11
Treinta años ya del evento golpista que no paró el pueblo amedrentado (en franco estado de acojono, para entendernos), por el fresco recuerdo del franquismo. ¿Algún valiente? Sólo Adolfo Suárez, el general Gutiérrez Mellado, Santiago Carrillo, el periodista de TVE que dejó la cámara en marcha…Y el diario El País que se atrevió a salir a la calle defendiendo la Constitución cuando los demás callaban. ¿El rey? Esperó, prudentemente (no había sido prudente en sus continuas y campechanas críticas a Suárez ante militares deseosos de salvar a la patria), a tenerlo todo atado y bien atado y finalmente resultó decisivo para la causa democrática, aunque posiblemente el coraje cívico de El País tuviera bastante que ver en la desmoralización de los asaltantes al Congreso.

Desde hace un par de días sabemos que Tejero había dado la orden de abrir fuego al menor roce y aún los hay que minimizan o excusan aquella asonada… Daría un título del Barça por unos nuevos papeles de Wikileaks que revelaran conversaciones secretas de aquella noche entre personajes de todos los pelajes (también en la isla, of course). A la vista de cómo se las gastan hoy en los medios de la caverna, ¿cuánto demócrata de boquilla, hoy tertuliano apocalíptico de la TDT, no brindaría aquella tarde por el torero asaltante?

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