La familia Ruiz Mateos, como se temía, ha declarado en suspensión de pagos sus mayores empresas para evitar embargos. Estas son Clesa y Dhul, y están sin confirmar que otros nombres se incluyan en la lista.
Siguiendo su ya conocida técnica, lo primero que ha hecho este clan familiar ha sido encontrar un nuevo chivo expiatorio que sustituya al ex ministro Miguel Boyer. ¿Se acuerdan del "que te pego leche"?
Ahora el culpable de este nuevo desastre financiero, que va a dejar en la calle a miles de trabajadores y seguramente sin cobrar a la gente que invirtió en los pagares tan publicitados por Nueva Rumasa, se llama Emilio Botín. Con un desparpajo intolerable, se van a querellar contra el presidente del Santander al que consideran responsable de su "hundimiento" por acogotarles con los créditos. Es decir, los hijos (varones por supuesto) del empresario jerezano son, con su padre, absolutamente ajenos a la mala gestión del entramado que ahora se viene abajo como un castillo de naipes.
Es la segunda vez que este peculiar (por llamarle de alguna manera) gestor levanta un emporio sin cimientos, compra empresas que no puede sostener, y cuando todo se desmorona apela a la Virgen, a su fe religiosa, al bolsillo ajeno y a la culpa de los demás.
Cuando a los ciudadanos que pagan sus impuestos, viven de una nómina y cuadran sus cuentas a fin de mes, les cuesta tanto conseguir un crédito, lo irresponsable es que una entidad bancaria le siga prestando a un grupo de tan poca solvencia como el de Ruiz Mateos. Un ejemplo de ello son las cartas que el propio empresario dirigió a Botín y a otros responsables del Santander.En las misivas se pasa de la adulación más empalagosa a la amenaza pueril. Unas cartas que, por cierto, podrían ser objeto de la investigación fiscal, ya que reconoce que el dinero de los pagares, invertido por los particulares, no se iba a destinar a la compra de nuevos negocios: "Los tiempos no están para invertir sino para recoger..." Y recogió, vaya si recogió.Así que, vestido otra vez de "Superman" (no sabemos si le entrará aquel ridículo disfraz), José María Ruiz Mateos, acompañado de sus hijos (varones por supuesto) para desviar la atención, va a personarse en todas las causas abiertas contra Botín como Lehman, Madoff o Banif.
Lo que no cuenta la familia es que su situación patrimonial está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción. Muchas apelaciones a la Virgen de Cuba, muchas misas en la capilla familiar, pero siguen sin someter las cuentas consolidadas a una auditoria.
Mientras tanto, las esperanzas de quienes invirtieron en pagarés de recuperar su dinero se desvanecen.