Que el presidente del gobierno, señor Zapatero, ha hecho cosas mal, tengo pocas dudas; que algunas decisiones que ha tomado sin estar mal, podrían estar mejor, también lo tengo claro, pero de ahí a que sea el culpable de todos los males habidos y por haber que nos afligen, hay de por medio una vergonzante injusticia. Tampoco en tiempos del señor Aznar, que también hizo cosas bien y cosas mal, para nada era justo que algunos le culpasen de "si hacía frío o hacía calor". En el momento actual sólo hay que darse una vuelta por la diáspora de España y ver lo que pasa en otros países.
A Grecia han tenido que llegar desde la comunidad del euro, más deprisa que corriendo, miles de millones para que aquel gobierno y su economía no se vieran en la más absoluta bancarrota. Naturalmente les ha tocado legislar leyes muy duras para adaptarse a su realidad económica.
A Irlanda, un país que por su volumen numérico de habitantes (menos de 5 millones) cuesta creerse que de pronto se les cayeran también los palos del sombrajo de un bienestar virtual, pues se les cayó, y han tenido que rescatarlos a base de muchos millones de euros. Y ya digo, para un país relativamente pequeño, poco más o poco menos como Madrid.
A Portugal acaba de dimitirle el gobierno en pleno y todo por anunciar un capítulo de fuertes medidas antisociales basadas todas ellas en el intento de salvarse de tener que ser socorrido por el fondo de los caudales comunitarios. Los que entienden de esas cosas han anunciado y publicado está, que Portugal necesita unos 70.000 millones. Con todo, el gobierno que salga de las próximas elecciones lusitanas, se verá abocado, de todas maneras, a tener que tomar iguales o parecidas decisiones que anunciaba el gobierno que acaba de dimitir. Decisiones duras, durísimas y puede que aun con todo y con eso, no consiga evitar que su maltrecha economía tenga que ser apuntalada para seguir dentro del club del euro.
Déjenme que haga un inciso, una acotación. En El País, jueves 24 de marzo, página 26-27, venía una fotografía: Sócrates junto al ministro de finanzas Teixeira, cada uno con las manos recogidas debajo de la nariz, en actitud ausente y como "de yo no he sido". Y ustedes me dirán: y… ¿eso? Lo curioso, lo que me llamó la atención, no fue sólo su actitud, fue el apellido de Teixeira que es dos Santos, apellido común en Portugal. Pues viéndolos en tal pose beatica, se me antojó que sólo les faltaba la peana.
Europa entera ha tenido que revisar su legislación en el campo económico y tomar decisiones muy duras y lo que son las cosas, ni en Grecia ni en Irlanda, ni en Portugal, ni tampoco en otros países zarandeados por la crisis, gobierna, que yo sepa, Zapatero. Pero para qué irnos fuera de España, aquí mismo, en nuestras comunidades autonómicas, tenemos suficiente ejemplo: la comunidad valenciana, la gallega, Castilla León y Madrid, por ejemplo, tiene un gobierno del PP y lo de la crisis les tiene también amargada la existencia, exactamente igual que en otras autonomías gobernadas por los socialistas y es que cuando la crisis aprieta lo hace por un igual, más severamente en nuestro país donde se ha dado más ampliamente la burbuja inmobiliaria que ha ocasionado verdaderos estragos.
Ya lo tengo dicho de otras ocasiones, a Zapatero y por ende a los socialistas, la crisis que no quisieron ver, ha acabado siendo su crisis política, la que casi con seguridad les va a costar perder la próximas elecciones municipales y probablemente las legislativas.
Si estuviera gobernando el PP les pasaría exactamente lo mismo porque los milagros en economía son escasos, por no decir inexistentes. En cualquier caso, el PP a nada que tenga paciencia hasta el 2012, les van a dejar lo peor de la regresión social a cargo y a cuenta del gobierno Zapatero, de tal suerte que, a lo mejor, los socialistas no sólo van a perder estas elecciones si no las siguientes y las siguientes a nada que el PP vaya recomponiendo las amarguras de 5 millones de parados. De hecho, el señor Rajoy, en mi opinión, tiene las elecciones ganadas a partir de ahora, sólo puede perderlas si anda metiendo la pata. Le tiene cuenta hacer poco o nada y dejar que Zapatero, que lleva dos años haciendo "el trabajo sucio" acabe de asfaltarle el camino a la Moncloa.