La estadística no goza de muy buena prensa. Entre los muchos refranes o dichos está aquel que reza "Hay tres clases de mentiras: la mentira, la maldita mentira y las estadísticas". Sin embargo, toda generalización siempre es injusta y en numerosas ocasiones los números reflejan tendencias. No hablaré de elecciones -para no abundar en el empacho- y me centraré en una realidad donde las cifras no engañan: el bosillo de los ciudadanos. El 57,9 por ciento de las familias de Balears tiene dificultades para llegar a final de mes, algo que todos, punto arriba punto abajo, podríamos suscribir. Pero es que además hay otro dato que convierte este drama en algo todavía más preocupante: los insulares que quieran jubilarse a los 65 años deberán ahorrar más de 86.000 euros para mantener el nivel de vida actual.
Dos rápidas reflexiones. Primero, cómo vamos a lograr esos ochenta mil euracos si ahora nos cuesta a llegar a final de mes. Segundo, qué nivel de vida nos espera, ¿el actual? Pues vaya panorama. Creo que al final tendré que hablar de política: estudien bien las propuestas económicas para estas y las siguientes elecciones.