Platos rotos

No hay familia en este país que no se haya cargado parte de su vajilla, unos por accidente y otros por habérsela tirado a la cabeza mutuamente. Habrá que comprar una nueva aunque sea por piezas por si nos llegan esos visitantes sorpresa que nos visitan más por vaciar nuestras neveras que por nuestros naturales encantos. ¿Y quién va a pagar los platos rotos? Pues según el ministro José Blanco en boca de Rubalcaba, van a ser los ricos. Y no sería descabellada la idea de que pague más quien más tenga, si tenemos que ajustarnos a lo que realmente es tan lógico como justo, pero en un país que anda patas arriba y con tantos millones de parados, la lista de los ricos son más de los que hasta no hace mucho entendíamos como tales porque, solo con mirar atrás podríamos darnos cuenta de la cantidad de ricos que hay solo con tener la suerte de contar con un empleo que les aporte a final de mes 1.300,00 €. A lo mejor estamos ante un experimento para luego, según los resultados, aplicar la medida también a la clase media, ya saben, a los de siempre. A ver por donde van a ir los tiros o si serán solo fuegos artificiales. Temo las promesas por lo cambiantes que son sus ejecuciones, como cuando se nos decía que no se tenía pensado subir la luz y el butano y luego,¡ toma morena! Cuando se ha perdido el norte no hay nada más peligroso que perder la brújula, ¿no les parece a ustedes? ¡Clotellada a la falta de tardíos e inciertos objetivos!