El nuevo curso escolar arrancó ayer con normalidad, con las plantillas de profesorado cubiertas y con un menor número de aulas modulares que el año pasado. Son aspectos positivos en el inicio de un curso sobre el que planean varias incertidumbres. La primera es consecuencia de la precaria situación económica de la Comunidad Autónoma y del anuncio de reducciones de gasto, que no deberían afectar a la calidad de la enseñanza, es decir, al número de educadores y al estado de las instalaciones.
Menorca destaca en el conjunto de las Islas por el interés por la educación. Las últimas encuestas de Gadeso se refieren a la necesidad de que los padres se impliquen más en el proceso educativo, con una actitud de compromiso y de colaboración. El objetivo principal es reducir la tasa de abandono prematuro, que ha bajado 6,5 puntos en los últimos tres años (del 43,2 al 36,7 por ciento) y aun así sigue siendo la segunda más alta del Estado. Para una educación mejor será importante atender los problemas de masificación y de conflictividad en las aulas, así como la motivación y la dedicación de los docentes. Existe el riesgo de que la atención a las prioridades se desvíe por polémicas lingüísticas innecesarias.