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Editorial

Un modelo energético propio como objetivo

El modelo de producción y distribución de energía en la Isla es una cuestión fundamental para afrontar el futuro con mejores garantías. Durante las últimas décadas la central eléctrica del puerto de Maó se ha ido ampliando con importantes inversiones y la Isla ha ganado en autonomía, aunque no sea autosuficiente. Pero la cuestión central, más que la cantidad de energía y la ubicación de los centros productores, es el modelo que deseamos, eficiente y sostenible, para un futuro que se caracterizará por la sustitución de las energías fósiles, el petróleo en primer lugar. La canalización del gas natural hasta la Isla permitirá incorporar una nueva fuente. Sin embargo, existen otras opciones que valdría la pena analizar y que son especialmente interesantes para un territorio insular declarado Reserva de la Biosfera. La instalación de placas solares en las viviendas es un camino por el que se ha avanzado poco. Por otra parte, la bioenergía ofrece grandes posibilidades, con la ventaja de que se aprovecharía la materia prima local y mejoraría el estado de las áreas forestales, hoy abandonadas. Las inversiones en materia de energía suelen ser muy costosas y conviene definir muy bien el futuro que deseamos para que las decisiones que se adopten persigan un objetivo claro.

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