El Consell ha optado por pedir a través de las alegaciones presentadas al borrador de la nueva Ley General Turística, diseñada por el Govern, el traspaso de la competencia de promoción. No deja de extrañar que se reclame por esta vía lo que ya prevé el Estatut. De hecho, el camino más directo es simplemente exigir que se cumpla algo que es de ley. Sin embargo, el gobierno insular ha tenido que recurrir a esta estrategia ante el muro que en su día puso el conseller Carlos Delgado al anunciar que una de las consecuencias de la crisis es que no habría tal transferencia, al menos de momento.
La consellera insular de Turismo, Salomé Cabrera, declaraba el miércoles que una de las prioridades para crecer como destino de calidad es que el cliente potencial pueda conocer lo que es y ofrece Menorca. Y quién mejor para ejercer esa labor que la Administración insular en colaboración con el sector privado. El equipo de gobierno del Consell se ha propuesto como uno de sus principales objetivos definir y consensuar un plan estratégico para los próximos ocho años. La Isla cuenta con una imagen propia y por ello el traspaso de la promoción es uno de los pilares para que la hoja de ruta que se quiere trazar tenga éxito.