SEBIME dio a conocer ayer su decisión de celebrar EuroBijoux&Mibi en Barcelona. Lo hizo dos años después del acuerdo que motivó el traslado a Mallorca alegando idéntico motivo: la necesidad de mejorar la accesibilidad de la feria para hacerla competitiva en un momento en el que se multiplica la oferta. En las dos ocasiones, la entidad ha introducido cambios sin dejar que el corazón prevaleciese sobre la razón, consciente de que el futuro de un sector, otrora potente en Menorca, no admite vacilaciones. Sin embargo, el adiós a la capital balear se ha vivido en un contexto diferente, el que impone la situación financiera de la Comunidad, cuyo gobierno ha manifestado su incapacidad de comprometerse económicamente con el sector bisutero. En un alarde de lealtad y compromiso para con las instituciones autonómicas, SEBIME ha decidido dejar de lado el viraje de un Ejecutivo que había repetido que se volcaría en la recuperación económica en base al impulso de la sociedad civil y del espíritu emprendedor -un mensaje que sus primeras medidas parecen contradecir-, y centrarse en buscar fórmulas que le permitan afianzar el liderazgo del sector en Europa y contribuir al mantenimiento de las empresas y los puestos de trabajo y la riqueza que generan.
Editorial
La iniciativa de SEBIME ante la nueva coyuntura