Fue el propio Gobierno central quien el viernes disparó las alarmas al anunciar que los Presupuestos Generales del Estado para 2012 reducían en 65 millones la partida destinada a la subvención del transporte para los residentes no peninsulares. La ambigüedad con la que se realizó la exposición no especificaba si afecta a la movilidad aérea o si engloba a la marítima. Así las cosas, el temor que se ha desatado en Balears y Canarias está plenamente justificado, ya que está en juego el descuento del 50 por ciento por residente. Ha sido el ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Soria, el que ha intentado apagar el incendio afirmando que se mantienen las bonificaciones por desplazamientos a pesar de la reducción del presupuesto. Desde el Govern así lo creen también, pero desde Coalición Canaria ya han dicho que no se fían hasta ver lo que diga el Boletín Oficial del Estado. Además, este mismo partido indica acertadamente que dado que las tarifas aéreas están subiendo la aportación del Estado tendrá que ser mayor. Este mensaje contundente desde Canarias debe ser mantenido también en Balears. En cuestión de transporte aéreo no se puede dar ni un paso atrás. Solo avanzar a mejor.
Editorial
Ni un paso atrás en el transporte aéreo