Cuando tenemos la ropa sudada lo mejor que hay que hacer es cambiarse. El cambio en Andalucía era una cuestión de higiene democrática, no ha podido ser, aunque las encuestas ya tenían el jabón suficiente para lavar la ropa en cuestión y tenderla para que se sanease suficientemente con el objeto de que con la misma se vistiese a otro tipo de personaje.
Y, claro, el jabón hay que aplicarlo bien en todos los rincones y lugares de la ropa y así tratar de eliminar manchas tales como los EREs (Andalucía), Gurtel (Valencia), MAREA (Asturias). De esta manera el ropaje democrático quedará limpio. Cada partido se ha echado la culpa de las manchas que había en la ropa en cuestión, y mientras tanto el pueblo observa si hay jabón suficiente para acabar de limpiar la ropa en cuestión.
Pero independientemente de todo ello, en Andalucía, por cuestión de higiene y frescura de nuevos vientos, era necesario el cambio político, el reinado socialista de treinta años consecutivos ha traído muchas manchas al ropaje democrático y hay que cambiar la lavadora porque ya no tiene fuerza ni garantía suficiente para llevar a cabo una buena lavada porque se encontrarán mucha ropa que haya de lavarse, y si no al tiempo.
Hay que recordar una cosa muy importante que ha influido en los votos. El PER en Andalucía fue un invento que se sacó de la manga Felipe González para que dicha comunidad y Extremadura jamás dejaran de ser el gran caladero de votos del PSOE. Si observamos los resultados electorales, podemos ver cómo el Partido Popular es el partido más votado en las ocho capitales de Andalucía, en Marbella y en la mayoría de las zonas ricas de la costa de Andalucía, que por cierto en dichas zonas no existe el PER.
Por si alguno de mis lectores todavía no se ha enterado de lo que es el PER, se lo explicaré en dos líneas. Consiste en que previa presentación de una serie de peonadas, los supuestos jornaleros (y digo supuestos porque muchas de esas personas nunca han pisado o han trabajado en el campo) cobran el resto del año una paga, porque supuestamente en ese tiempo no encuentran trabajo. El caso es que sí lo encuentran, me refiero a las economías sumergidas, y así los susodichos señores tienen dos sueldecitos ¿Quién da más?