El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, presentó ayer un plan de "equilibrio económico", que plantea un recorte del gasto de 264 millones y un incremento de los ingresos de 84 durante lo que queda de 2012, con el objetivo de conseguir ajustar el déficit al 1,5 por ciento exigido por el Gobierno. Una parte de las medidas afectará al personal público, no solo con un incremento de la dedicación, sino también con una reducción de complementos, compensaciones y derechos laborales. En materia sanitaria se adoptan medidas de ahorro en la gestión, pero también algunas que sirven para poner límites a la medicación; el copago de prótesis y el cobro a aseguradoras. Habrá que ver las consecuencias de medidas como el "plan de ajuste para el verano". En educación, se incrementan las horas lectivas; se limita la cobertura de bajas a las de más de 30 días; no se pagará a los interinos de substitución los meses no lectivos y se suspenden complementos de productividad. En cuanto a los ingresos, se pone en marcha el céntimo sanitario sobre los carburantes, el impuesto sobre el patrimonio y la venta de bienes públicos por valor de 11,5 millones. La necesidad del ajuste es evidente. La eficacia de las medidas, está por ver.
Editorial
Un plan para cumplir el objetivo de déficit