Nunca antes un país había necesitado tanto que sus líderes se fueran de vacaciones y hasta en eso nos defraudan. El Gobierno seguirá reuniéndose todos los viernes de agosto y, a saber la que nos prepara.
Entre la indecisión antropológica de José Luis y el celo notarial de Mariano quizá exista un término medio pero no nos ha sido dada esta suerte. Ni tanto ni tan calvo, como dirían los castizos.
Así, lo mejor que podemos hacer los ciudadanos es abrir una cuenta para que el presidente y sus ministros se tomen el verano libre y si es posible el otoño y parte del invierno. Aportando cada español diez centimillos de nada conseguiríamos 4,7 millones de euros, lo cual da para enviar al gabinete unos cuantos meses a Ulan Bator en una yurta de cinco estrellas o si lo prefieren al hotel Coco Palm en el atolón norte de Malé de las Maldivas en el que disfrutarán de todas las comodidades aunque les estará totalmente prohibido conectarse a internet o llamar con sus móviles a España.
La cuenta es "vacacionesgobiernourgentesyupiya" y la aportación puede hacerse efectiva en Bankia o directamente en Moncloa añadiendo el sello, diez céntimos más para el IVA y otros diez por si acaso.