- ¿Qué me pasa, doctor?
- Usted padece "articulitis"
- ¿Y eso qué es?
- Una especie de diarrea mental que puede llegar a deshidratar el cerebro si no se para a tiempo.
- ¿Tiene cura?
- No conocemos todavía el remedio, pero estamos investigando…
Tres años son una eternidad o un trienio, según como se mire. Tres años pasan como un suspiro. Desde agosto del año 2009, el Diario Menorca publica las modestas colaboraciones de este servidor que les escribe.
Los viernes - preludio del dichoso fin de semana - ven la luz unos tenues escritos - sin flash ni pretensiones - que entre luces y sombras intentan comunicar impúdicamente, algunas reflexiones que me podría callar, y tampoco pasaría nada. Es una lástima ser tan intrascendente, y encima en un formato de artículo indeterminado, masculino y singular.
Debo agradecerle a Editorial Menorca su confianza y deferencia (todo empezó con un taller de articulismo, impartido por Bosco Marqués, Juan Luis Hernández y Pedro J. Bosch ese verano, ellos me inocularon el virus), gratitud que hago extensiva a todos los lectores anónimos que haya podido tener durante este lapso de tiempo, además de los que conozco y aprecio personalmente.
Pero en tres años nos ha pasado de todo. Y aun sigue pasando. Duele, esta situación tremenda a la que hemos llegado y en la que ahora nos encontramos inmersos. No da para muchas bromas ni alharacas. Demasiado sufrimiento, dolores e injusticias.
La actualidad se tiñe de preocupación por tantos sucesos novedosos, que no parecemos capaces de prever o controlar. Se ha devaluado nuestro poder adquisitivo casi al mismo ritmo que nuestro optimismo irreflexivo. Escribir puede hacerse muy cuesta arriba en estas circunstancias… Pero hay que procurar sonreír un poco, aprovechando que todavía es gratis. El desánimo está prohibido, porque saldremos adelante…
El futuro es, por definición, imprevisible: tanto para lo bueno como para lo malo. El presente es nuestro trabajo: un duro trabajo que debemos afrontar con ilusión renovada. El pasado es nuestro currículum, la experiencia acumulada y las únicas referencias que poseemos para afrontar lo que hay. A fin de cuentas, las cosas se repiten con otros collares. "Eadem sed aliter". El eterno retorno de lo mismo desde que el hombre es hombre. Hagamos autocrítica. Es la única forma de mejorar y de salir fortalecidos de las crisis. Si somos condescendientes, victimistas, poco rigurosos o insolidarios…estaremos apañados.
Si asumimos que las cosas han cambiado sin culpabilizar a otros, ni lanzar balones fuera; si somos creativos, trabajadores, sensibles y afrontamos unidos los momentos difíciles que nos ha tocado vivir…entonces puede que, sin saberlo ni beberlo…ya estemos salvados.