Aunque la valoración que concedemos a las diversas actividades lúdicas que a lo largo del año se van desarrollando depende, en gran medida, de nuestra apreciación personal, dado que no existe un baremo impersonal, matemático, cuando la nuestra es coincidente con otras valoraciones ajenas, comprendes que has acertado, que tú estimación es la correcta.
Las fiestas de Ntra. Sra. de Gracia son para los mahoneses, tanto para los de nacimiento como para los adoptivos, una cita especial, por muchas razones pero sobre todo porque están dedicadas a nuestra Madre y Patrona… también son el cierre de la temporada veraniega, Sant Joan, les festes de Ciutadella, rompen con todo y levantan el telón del verano, las de Maó lo bajan, es el cierre y el inicio del nuevo curso escolar, de echar una mirada a nuestras prendas de abrigo para preparar la incorporación a la menos bulliciosa etapa invernal, más monótona y gris que el caluroso estío.
Tradicionalmente les festes de la Mare de Déu de Gràcia tienen tres componentes diferenciadores, "es cavalls, la gent y la Verge", luego toda una serie de añadidos festivos las envuelven y confieren a las mismas un contenido más completo, pero sin alguno de los tres ingredientes señalados serían otras fiestas, no las nuestras. "Sa qualcada", que año tras año adquiere mayor pujanza y belleza; la gente que se arremolina por doquier y, las muestras de cariño que rodean la presencia de la imagen de la Virgen, son inequívocamente "señas de identidad" de un pueblo que siente, vive y se regocija con sus fiestas patronales.
Para mí la edición de 2012 ha tenido un significado especial, entrañable como en pocas ocasiones lo tuvo; todo ello enmarcado dentro del nombramiento del "Pater", Don Miguel Petrus Marqués, como Hijo Ilustre de nuestra ciudad; de cuyo expediente fui nombrado investigador por el equipo de gobierno y confirmado por el plenario municipal; de ahí que mi valoración esté marcada por este hecho, por un emotivo sentimiento de gratitud, pero, mi "10", a unas fiestas "de dalt de tot", va avalado por otras valoraciones ajenas, por muchas voces coincidentes; qualcada inmejorable, gente a tope en todos los actos y el cariño siempre presente y auténtico para con la Madre.
En mi larga etapa política, 16 años en total, solo falté en una ocasión a las Festes de la Mare de Déu de Gràcia; intuí que mi presencia resultaría un tanto incómoda a mis compañeros, a la gran mayoría de ellos más proclives a introducir ciertos cambios que yo consideraba improcedentes; cambios que se llevaron a cabo sin incidente alguno y que hoy forman parte del protocolo. En dicha ocasión, con mi esposa y mi hijo, acompañé a mis suegros a Cabra, patria chica del abuelo, que celebran la fiesta patronal, la de la Virgen de la Sierra, precisamente el día 8 de septiembre; coincidencia solo de día porque por lo demás son dos fiestas diferentes, allí no faltan los toros, aquí los caballos.
Para mí todo ha sido perfecto, ambiente, jolgorio e incluso el "estado de la mar"; me refiero claro está a que las resacas han mantenido un tono bastante aceptable, y aunque considerando poco recomendable el consumo de alcohol, reconozco que la popular "pomada", sobre todo si el ingrediente secundario es "granizado de cas Turronero", entra de "pecado mortal" pero ¿qué decir?, en ocasiones son "els pastissets" los que sientan fatal y las consecuencias son las que son.
En mi archivo personal, el que me acompaña a diario, aparecen otras celebraciones de alto nivel, pero las de 2012 han sido, para mí, de "dalt de tot", algo que solo es posible cuando existe una mutua complicidad entre los de abajo y los de arriba, sin ella, sin esta comunión no es posible alcanzar la cota de "excelente" que se ha alcanzado, como mucho se logra superar el "aprobado"; afortunadamente en esta ocasión el listón se ha colocado muy alto lo que, de cara al futuro, representa una dificultad añadida, pero, los retos, los récords, están para ser batidos.