El Fomento del Turismo de Menorca estaba condenado a desaparecer desde que en 2007 se convirtió en un foro de debate y en una entidad no operativa. Después de 103 años de historia y de 80 con su nombre de Fomento del Turismo, desaparece una entidad privada, precisamente cuando más se requiere la acción empresarial para la gestión de la promoción y de la iniciativa turística. Hubiera podido jugar otro papel distinto, más protagonista, al aglutinar a numerosas entidades, lo que supera los intereses particulares de algunos colectivos. Pero no ha sido así. A pesar de la lógica del final, por el proceso de los últimos años, la desaparición del Fomento no es una buena noticia. En Mallorca también se ha convertido en una entidad para el debate sobre el turismo, sin embargo mantiene una fuerza y una representación que le permiten ser una voz a tener en cuenta.
La cesión del nombre a la nueva Fundación que ha promovido el Consell ya estaba prevista y no representa una sorpresa. Este organismo, ya que se nutrirá de recursos públicos, seguirá dependiendo de la administración, con un 51 por cien de la representación. Esperemos que en el futuro nadie añore la capacidad del Fomento para representar los intereses turísticos de la Isla.