El Ayuntamiento de Ciutadella está padeciendo la mayor crisis económica de los últimos tiempos. La mala gestión de los recursos que se ha ido acumulando hasta llegar a la actual situación de parálisis está pasando una grave factura al municipio. Con las aportaciones del Estado reducidas a la mitad y con un plan de ajuste que apenas deja margen de maniobra al equipo de gobierno, las consecuencias las están pagando ahora los ciudadanos. El último capítulo que refleja el desesperado estado de las arcas públicas es que el Consistorio corre el riesgo de ser excluido del programa de mejora de las zonas turísticas al carecer de capacidad inversora, lo que supone un auténtico varapalo para la población con mayor número de urbanizaciones y plazas hoteleras. Si se consuma este hecho, la ciudad de Ponent perdería una ayuda de 745.000 euros, la más elevada de las previstas para la Isla. El escollo a salvar para que se mantenga este dinero es encontrar un resquicio legal para no infringir las bases de la convocatoria. El presidente del Consell asegura que trabajará para encontrar una solución. Pero además, el resto de ayuntamientos deberán ser solidarios. La imagen de Menorca es una unidad y no tiene sentido que uno de los principales destinos de la Isla se quede fuera, porque al final el perjuicio será para todos.
Editorial
Ciutadella debe mantener la inversión turística