El Pavelló Menorca lleva cerrado desde junio del año pasado. El Consorcio de administraciones del que depende ha de asumir un coste de 770.000 euros al año hasta 2025, una cantidad que pesa como un losa sobre el Govern, el Consell y el Ayuntamiento de Maó. Cerrado no aporta nada, abierto tiene interesantes posibilidades. La instalación se encuentra en muy buen estado, como pudo comprobarse en la visita del viernes, organizada para los medios de comunicación.
Una infraestructura con esta capacidad, con buenos servicios, podría acoger diversas actividades para un público numeroso. De cara al verano, con una población multiplicada, el Pavelló debería llenarse de actividad, con una programación atractiva que sea al mismo tiempo una oferta turística interesante.
El proceso administrativo está demorando las soluciones. Hacen falta las autorizaciones para el cambio de uso y se plantea convocar un concurso para adjudicar la gestión privada. Tanta si se lleva a cabo una programación pública como una actividad privada, el Pavelló debe dejar de ser una carga injustificable para las administraciones para convertirse en un centro de referencia.