El pasado jueves, 18 de abril, el Círculo de Economía organizó una conferencia con el polifacético jurista Antonio Garrigues Walker.
La conferencia se tituló "¿Qué le pasa al mundo? ¿Qué le pasa a España?" y con ello hizo una magnífica reflexión y una brillante exposición de la realidad que nos rodea y del sentimiento negativo que se ha apoderado de nosotros.
Mi presencia en la mesa de dicha conferencia, tenía un simbolismo afectivo por la relación profesional que durante más de once años me permitió trabajar con don Antonio, codo a codo. Una experiencia única que, como manifesté en dicha presentación, me permitió aprender cosas tan importantes como el trabajo bien hecho, la excelencia en el mismo, la superación de los obstáculos, el pensamiento divergente y constructivo y, sobre todo, poner a la persona en el centro de nuestro universo de acción.
Don Antonio tocó varios de los puntos fuertes de las reflexiones que unos días antes nos hacían los dos profesores universitarios, Toni Riera y Manuel Aguilar, al equipo de servicios sociales de nuestra isla. "Actitud" y "asunción de responsabilidades" esas son unas de las claves para lograr un cambio de tendencia, para lograr empezar a salir de esta larga crisis que hemos asumido que nos ata de pies y manos esperando que "alguien" venga a solucionarla.
La Administración no tiene la solución porque, entre otras cosas, no tiene dinero. Es la sociedad la que ha de tomar las riendas y volver a la idea de asociacionismo y al poder de la sociedad civil. Pero mientras las administraciones públicas se van deteriorando, la población no hace nada, no toma el relevo, no se pone al frente.
No nos podemos parar, hemos de seguir avanzando. Y, sin duda, son los jóvenes los que han de tomar las riendas. Las sociedades están envejecidas ¡muy envejecidas! Y esto, además de los problemas lógicos del mantenimiento de pensiones, entraña otras consecuencias más complejas, como son la falta de "empenta" de la alegría y del coraje que permite el descubrimiento de otros modelos, justamente porque es la juventud la que tiene estas características intrínsecas.
América es un país donde todo el potencial juvenil lidera los nuevos paradigmas. Europa sigue siendo el "viejo continente" pero ahora desde esa perspectiva de falta de regeneración social.
Con sus reflexiones, Garrigues nos permitió comprender que, siendo la corrupción un mal terrible de nuestra sociedad, no es España la más corrupta ni mucho menos, pero en cambio hemos permitido que en la crítica constante a esta lacra, nos paralicemos en seguir adelante mientras esperamos que este delito, poco a poco, se vaya controlando.
Se manifestó defensor a ultranza de la transparencia de los partidos, así como la de las empresas, de la Administración y de los sindicatos. "Las personas tienen derecho a saber qué se hace con su dinero, en qué se emplea hasta el último céntimo de su aportación a las arcas públicas".
"Tenemos reticencia al cambio", una gran reticencia que no nos permite evolucionar. Hemos de admitir, de una vez por todas, que esta crisis es la consecuencia de una gran burbuja inmobiliaria mundial que empezó en EEUU y se extendió por todo el mundo. "Todas las burbujas ¡todas! explotan"
Por otra parte hizo una reflexión básica que, por alguna razón, nos negamos en España, y muy especialmente en Menorca, añado yo, a entender y poner solución: "El inglés es una herramienta profesional y personal vital. Tendría que ser hablado por todos como en la mayoría de los países europeos en los cuales ya se da por hecho que un joven debe de manejarse en inglés con total fluidez y soltura. Hoy en día la competitividad pasa por hablar tres o cuatro idiomas".
Enterarnos de las políticas europeas es otro de los puntos importantes para nuestro desarrollo. Ante esta afirmación, que personalmente me parece muy importante, me permito avisar a padres y profesores de que la política, por supuesto la de España pero, desgraciadamente la insular, es algo muy alejado ¡mucho! de nuestros jóvenes y por supuesto de aquellos que tendrán derecho a votar en las próximas elecciones. Y el mayor problema es que no saben ni los conceptos básicos de lo que es e implica la democracia.
Y ante la palabra "democracia", Garrigues tiene claro lo evidente: "no dialogamos, no hablamos entre nosotros. Los problemas solo se solucionan con la conversación y el intercambio de puntos de vista, que en definitiva es lo que construye y da valor a la Democracia". "España no dialoga ante sus problemas de regionalismos o nacionalismos y así no se soluciona nada".
Y de ahí su predicción a corto plazo: "Merkel no ganará con mayoría en las próximas elecciones de septiembre y esto hará que, una vez más, Alemania pueda hacer un gran pacto entre los dos grandes partidos, de nuevo el "der grosser Pakt". Se unirán y tomarán decisiones conjuntas ante los grandes retos geopolíticos. Este podría ser un éxito con rédito político que nos afectaría y del cual tendremos que aprender".
La Administración ya no es la que da las soluciones; éstas han de partir de la sociedad civil y esta no está cogiendo la responsabilidad y el relevo de una Administración que ya no puede responder a todo entre otros motivos porque no tiene dinero.
Personalmente creo que Menorca necesita del mundo y el mundo necesita de Menorca. Tenemos mucho que ofrecer y también mucho que aprender, sin que esto suponga que perdamos nuestra identidad ni que seamos "conquistados".