El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, ha decidido una remodelación del Ejecutivo, que cambia el perfil del Govern. Los consellers que más se han desgastado y que mayor peso han tenido cierran una etapa marcada por la austeridad mediante recortes. Aguiló ha sido el artífice del control del déficit, aproximándose al objetivo; Bosch, ha sufrido el coste de ser portavoz y de aplicar medidas en Educación con las que no siempre ha estado de acuerdo; y Gornés ha ejecutado reducciones del gasto entre los funcionarios. Bauzá considera que los tres consellers han cumplido con la tarea que se les encomendó. La remodelación del Ejecutivo puede medirse desde la óptica política. Crea un área de Economía y Competitividad, con la idea de prestar más atención al desarrollo, y otra de Bienestar Social, para atender la presión que crea el empobrecimiento. Antoni Gómez asume la vicepresidencia, premiado por la "fidelidad absoluta", en palabras del presidente. El perfil del conjunto es más político, para afrontar la segunda parte de la Legislatura, con las elecciones en un horizonte todavía lejano. La cuota menorquina se mantiene, algo que tampoco es de gran relevancia, ya que quien ha de defender los intereses insulares es el equipo de gobierno del Consell.
Editorial
Bauzá apuesta por un Ejecutivo más político