El turismo relacionado con el deporte es uno de los productos que más expectativas ha creado en los últimos años. Sin embargo, ahora el cicloturismo topa con obstáculos importantes que cuestionan su continuidad. La Ruta de los Faros, que se ha organizado en diez ocasiones, celebró el pasado fin de semana su última edición, con la mitad de los participantes de la mejor convocatoria y con una gran mayoría de ciclistas locales. También la Vuelta Cicloturista peligra, si no se resuelven algunas cuestiones, como es el coste del transporte de las bicicletas en avión, que asciende a 75 euros por trayecto, una mejora de la infraestructura de alquiler en la Isla y un apoyo económico que no desmotive a los organizadores. El presidente de la Federación Balear de Ciclismo, el menorquín Arturo Sintes, constata las diferencias que existen entre el desarrollo del producto turístico de la bicicleta entre nuestra Isla y Mallorca, donde es una herramienta fundamental para desestacionalizar la temporada. Habrá que buscar soluciones para seguir impulsando este tipo de actividad. Menorca tiene dificultades para introducir nuevos productos turísticos. Por este motivo, es conveniente seguir trabajando en el de prácticas deportivas al aire libre. No nos podemos permitir renunciar a este proyecto.
Editorial
El cicloturismo no se consolida en la Isla