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Crítica es libertad

Carta abierta a Nicolai Smolensky

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Hola: Según ha publicado la prensa local parece que ya has descartado construir lo que hubiese sido el primer colegio privado en nuestra isla. Aseguran que han sido las múltiples trabas que te ha puesto la administración local lo que ha obstaculizado tu prevista inversión de unos 9 millones de euros. Me comentan que las críticas desaforadas que recibió tu proyecto de los sectores más recalcitrantes de la Isla te afectaron. Una pena.

Muchos menorquines creemos que contar con un centro de educación privada es capital para el desarrollo social y modernizador de nuestra isla. Al menos para oxigenarla y desintoxicarla de tanta ideología aldeana. Hace tiempo que conoces nuestra / tu isla, pero permíteme recordarte que para vivir en Menorca debes ser muy fuerte y debes saber acorazarte ante las imposiciones varias que deambulan por la Isla con total impunidad. Son imposiciones de mentalidades rancias tipo cuadrado-germánico que son opuestas a toda racionalidad modernizadora. Son mentalidades ancladas en un pasado que reproducido hoy, solo, lo comprobamos, conlleva pobreza y decadencia.

La responsabilidad del mantenimiento de esta mentalidad es transversal. Lo es de los partidos políticos de izquierda pero también de la derecha. Parece que todos ellos son alérgicos al progreso. Todos. Solo hay que recordar aquellos años de plomo del cínicamente denominado Pacto de Progreso en el Consell cuando Tuni Allés, "la inolvidable", y sus compinches del PSM expulsaron de Menorca a todo inversor que se atreviera a intentar ayudar a la economía menorquina y a crear empleo. Fueron aquellos años en que, literalmente, se invitó a abandonar la isla a Richard Branson, a Chillida, a Loewe Knappe y a tantos otros famosos acaudalados. Los años en que se perturbó la ancestral iniciativa menorquina con toda clase de normativas restrictivas y leyes abusivas y ridículas. Fueron los años en que Menorca perdió el tren de la modernidad para varias décadas.

Pero el PP tampoco ha cambiado las cosas. Ya llevan dos años al frente del CIM y no hay rastro de cambio fundamental alguno. Todo sigue igual. El miedo, el pavor, a alterar lo establecido infecta y paraliza toda su labor de gobierno. Nadie se atreve a derogar todo el endiablado enjambre normativo que encorseta el desarrollo menorquín. Y así las oportunidades van alejándose, una a una, de nuestra isla mientras se consolida un inacabable horizonte de depresión. Tampoco deben esquivar su responsabilidad los medios que han colaborado en la creación de esta mentalidad localista y pedante. Todos son responsables de la situación que sufre nuestra isla.

Los punks de finales de los setenta tenían su lema vital en una canción de los "Sex Pistols". "No future" cantaba Johnny Rotten refiriéndose a la falta de ilusión que les creaba su entorno vital.

¿Cómo puede Menorca ilusionarse si todo se obstaculiza? ¿Cómo puede Menorca resucitar y adaptarse a un mundo de competencia brutal si quienes la dirigen no eliminan aquellos obstáculos que la debilitan? Si una magnífica iniciativa como es el Hotel rural de Torralbenc ha supuesto tantos problemas es que algo no funciona bien. Cuando subir una pared un metro más de lo previsto o adecuar una piscina es considerado casi un atentado ecológico es que la sociedad isleña está muy enferma. Enferma de dogmatismo y de tontería.

Nicolai, amigo, todos sabemos que la educación es la base para que una sociedad sea crítica y sea libre para rebelarse contra el abuso establecido. Quizás por eso, quienes tienen a Menorca bajo su bota, han impedido tu proyecto educacional cosmopolita, independiente de ortodoxias ideológicas y en inglés. No sabes cuánto lo lamento. Saludos.
Nota

Gran fracaso de la huelga de enseñanza. El trilingüismo es esencial para el mundo moderno. Lo único que hoy cohesiona a la gente es internet y las redes sociales. ¿Cuándo lo aprenderán?

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