Esta es la frase que me temo que van a pronunciar mis hijas en un futuro próximo, puesto que según un estudio hecho por la Universidad de Queensland las mujeres rubias cobran un 7 por ciento más que el resto y además se suelen casar con hombres más ricos.
La explicación está en que al parecer las rubias gustan más y saberlo desde pequeñas les da un plus de confianza que las demás no tienen y esto es lo que se acaba valorando en las empresas, el saberse deseadas se refleja en su actitud ante la vida.
El estudio indica además que el estereotipo que se tiene de las rubias (como menos inteligentes) no tiene tanto impacto.
Es lo que se conoce como economía biológica. Al parecer existe una "prima" por ser guapo. Según los expertos, las variables biológicas influyen cuando hay dos personas en igualdad de condiciones. Si dos personas con el mismo currículum se presentan a una entrevista de trabajo y una es más atractiva que otra, ésta tendrá más posibilidades de conseguir el trabajo (y si no que se lo pregunten al señor Bauzá).
Al parecer el aspecto físico pesa más de lo que a muchos nos gustaría, y en estos tiempos en los que encontrar un trabajo se convierte en tarea imposible, cualquier cosa que ayude se debe tener en cuenta. Y si lo del trabajo no puede ser, siempre nos quedará lo de conseguir un marido más rico.
Así que me temo que invertir en la educación de mis hijas no va a ser suficiente, al parecer voy a tener que invertir además en un buen tinte para el pelo.