Menorca no cuenta en este momento, en pleno conflicto por la destitución de tres directores de instituto, con delegado de la Conselleria de Educación. Ni falta que hace. Las funciones de una delegación insular de Educación deberían ser asumidas por el Consell de Menorca. No es necesario, ni nadie lo pide, que se transfieran las competencias educativas desde Palma. Corresponden al Govern, sin embargo el Consell es un organismo autonómico, así lo reconoce el Estatut y por tanto debe ejercer la representación de la administración autonómica en la Isla. Sin embargo, la idea de otorgar al Consell el papel que le corresponde se practica muy poco. No se reclama esta responsabilidad y además el equipo de gobierno descarta debatir el conflicto de la aplicación del TIL y sus consecuencias porque no se trata de una competencia propia. Los responsables políticos del Consell no deben propiciar que la institución se convierta en un organismo de segunda. En Menorca no hay institución más importante que la del Consell y la sociedad insular y sus representantes deben trabajar para llenarla de sentido, de responsabilidad y de eficacia en la gestión, también autonómica.
Editorial
Menorca no necesita un delegado de Educación