El impulso del sector servicios y el incremento de los autónomos han abierto un nuevo marco en la economía menorquina que ha propiciado la recuperación de empresas. Este hecho, junto con otros indicadores, abre un punto de inflexión tras cinco años de destrucción del tejido empresarial en la Isla, que ha sufrido el impacto de la recesión iniciada a partir del segundo semestre del 2007.
Coinciden en su diagnóstico el director del Cercle d'Economia de Menorca, Lluís Hernández, y el catedrático de Economía en la Universitat de les Illes Balears, Antoni Riera, al afirmar que la actividad económica insular ha tocado fondo. La cuestión que se plantea ahora consiste en determinar si nos hallamos ante un punto de inflexión que consolidará durante los próximos meses el cambio de tendencia que se ha iniciado.
Ha llegado también el momento de que las instituciones aporten los instrumentos y la seguridad jurídica necesaria para impulsar la reactivación económica en los distintos sectores productivos, a pesar del sobrecoste de la insularidad.
Es imprescindible un marco de confianza para impulsar y recuperar la Menorca emprendedora, creadora e inversora.