La primera vez que leí algo sobre Francis Drake fue enCien años de soledad, de Gabriel García Márquez. "Cuando el pirata Francis Drake asaltó a Riohacha, en el siglo XVI, la bisabuela de Úrsula Iguarán se asustó tanto con el toque de rebato y el estampido de los cañones, que perdió el control de los nervios y se sentó en un fogón encendido" Cuenta García Márquez que la pobre mujer "soñaba que los ingleses con sus feroces perros de asalto se metían por la ventana del dormitorio y la sometían a vergonzosos tormentos con hierros al rojo vivo" Su marido tuvo que construirle "un dormitorio sin ventanas para que no tuvieran por donde entrar los piratas de sus pesadillas" Sin embargo Francis Drake, un pirata en el decir de los españoles, es considerado un héroe por los ingleses.
Fue marinero, explorador, corsario, comerciante de esclavos, político y vicealmirante. Isabel de Inglaterra le concedió el título de Sir Drake, atacó Cádiz y la Coruña, participó en la derrota de la Armada Invencible y fue el segundo marino después de Elcano en dar la vuelta al mundo. Los españoles le conocían como El Draque y Felipe II había puesto precio a su cabeza.
Pero lo mejor que conozco de alguien llamado Drake fue lo que le ocurrió a mi mujer cuando tenía apenas siete años y su padre hablaba con cierto profesional apellidado Drake: pensó que era la encarnación del ogro -dracen catalán- y que corría peligro de servirle de almuerzo, pues ya se sabe lo que dice la rondalla: "Olor sent i res me'n dol, olor de carn batiada; dona, si en tens d'estojada, ja en menjarem si Déu vol!" Sin embargo no es tan fiero el león como lo pintan y mi suegro enrojeció hasta la raíz de los cabellos ante las preguntas de su atemorizada hijita.
Todo el mundo cuenta la guerra según le va en ella. Según las crónicas cristianas las conquistas de Mallorca y Menorca fueron gestas gloriosas de los reyes Jaume I y Alfons III, pero si tenemos ocasión de leer la historia desde el lado de los musulmanes fue un expolio bárbaro y sanguinario. Algo de eso debió de haber, como en todas las conquistas, puesto que el pez gordo se come al chiquito. Entonces, ¿quién debe de tener razón? ¿Fue Francis Drake un héroe o un pirata? Si pudiéramos, lo mejor sería preguntárselo a las víctimas. Seguramente las víctimas silenciosas siempre tienen la razón, y se quedan con ella en el tremendo pasmo de la muerte donde lo mismo da un siglo que un segundo y no importa ya la calidad de su asesino, héroe o villano.