Que no nos pase aquello de estar en el bosque y no encontrar leña para encender fuego. Si estando en Menorca nos surge el compromiso de tener que hacer un regalo, estamos dentro del «bosque» de posibles regalos gastronómicos. A mí por ejemplo, me acaban de mandar queso Sa Naveta, que elaboran en la Cooperativa Insular Ganadera (Coinga). El alma amiga que lo ha hecho, sin duda conoce bien mis gustos, pues no podían haberme hecho mejor obsequio, que queso elaborado, en este caso, con leche cruda de vaca, con el aval de calidad que da Coinga a sus productos. Por cierto, me ha sorprendido ver que está recogida la cuajada con fogasser y la mesura en la sal, que en estos quesos de Sa Naveta, lo encuentro muy aceptable.
En estas fechas que están ya asomando a la esquina las navidades, resulta a la vez tan agradable recibir un regalo como hacerlo. Fíjense que fácil y que bien queda obsequiar un queso hecho en Menorca (todos son de una altísima calidad). Añadir si queremos preparar una cesta navideña, una sobrassada o un cuixot o unos butifarrones, un par de botellas de vino menorquín o una de gin, y porqué no, alguno de los productos artesanos que se pueden mercar en los mercadillos donde se venden mermeladas caseras: un bote de arrope o de figat, y no hablemos de la repostería: pastissets, carquinyols, amargos, etc. Lo que quiero en fin decir, es que hay oferta donde elegir para elaborar una cesta lucida de magnífica presencia, capaz de hacer quedar bien a quien tenga el acierto de obsequiarla, y sin duda muy feliz a quien la reciba, Incluso en forma de paquete para mandar fuera de la isla. El continente no tendrá el empaque de la presencia de una cesta, aunque el contenido bien puede ser el mismo. Aunque en eso del contenido es como escuchar música, va en gusto, cada cual puede regalar lo que considere oportuno. Teniendo donde elegir es fácil.
Al obsequiar productos menorquines, estamos de paso coadyuvando a mantener nuestro propio bienestar insular, un bienestar que repercute en el plural de la prosperidad ciudadana, directa o indirectamente. Pero es que además, los productos que se elaboran en Menorca, están avalados por un plus en el conocimiento que el fabricante tiene de lo que gusta a los menorquines. Y ni siquiera eso es todo, la contrastada calidad de los productos menorquines en no pocos casos está abriendo mercados fuera de la isla, con una calidad capaz de competir con lo más selecto de lo que se elabora fuera.
Estando en Asturias, concretamente en Cangas de Onís, verdadero santuario del mundo de los quesos, María descubrió en una formatgeria queso con denominación de origen Mahón-Menorca. Se lo dije: mérito tienen, porque vender queso en Cangas de Onís que no sea asturiano, solo será posible gracias a una calidad indiscutible. Baste decir, que entre una gran variedad de quesos, podemos encontrar cinco con denominación de origen asturiano.