Se define a símismo como un «activista turístico», pero es Javier Gilabert, el periodista que mejor conoce los secretos del turismo de Menorca, quien acierta al calificarlo como «pionero en la época en que Menorca no quería ver turistas».
Nos referimos a Joan Juanico Petrus, que durante 35 años fue el gran hacedor en la Asociación Hotelera de Menorca. Al recibir, ayer tarde, el reconocimiento y el homenaje de los empresarios y las instituciones menorquinas, Joan Juanico evocó sus inicios profesionales en el Hotel Pueblo, y cómo, después de una etapa en el negocio financiero,
recaló en ASHOME.
Supo que el futuro de Menorca pasaba inexorablemente por el turismo, porque tanto la industria manufacturera del calzado y la bisutería como la actividad agrícola-ganadera estaban condenadas a reducir su peso en el PIB insular. Los 35 años que Joan Juanico dedicó a la Asociación Hotelera de Menorca se resumen en múltiples gestiones y muchas horas de reuniones -en Palma y Madrid- para conseguir que se oyera, alta y clara, la voz y las reivindicaciones de los hoteleros menorquines.
Batallador, duro y correoso, libró batallas dentro y fuera de la patronal hotelera. Soportó con estoicismo las críticas, porque sabía que formaban parte de su trabajo. Participó en negociaciones de convenios colectivos, planes de dinamización, campañas de promoción, puso en march hasta que comprendió le había llegado la hora de la jubilación en este 2014 que nos trae tantos cambios. Joan Juanico aceptó, con elegancia, que había concluido su etapa y que era el momento de ser relevado en la gerencia de la entidad que integra a los hoteleros de Menorca, aunque hoy no están todos los que son. Y ésta es la gran asignatura pendiente del presidente, Joan Melis.