Hay cosas que por más que me las expliquen no las llego a entender: como cruzar por un paso de cebra y dar las gracias al coche que se ha parado. Que a una mujer en una entrevista de trabajo su supuesta jefa le diga si está embarazada en un primer momento para no perder tiempo. Que en unas fiestas de Sant Joan de Ciutadella el desmadre sobrepase a la tradición. Que el puerto de Mahón no se viva tanto como el interior de la ciudad. Que el fiscal -parte acusadora- del caso Noós, Pedro Horrach, defienda a la hija del Rey, doña Cristina de Borbón. Que la prensa del corazón haga pública la vida que personas aún adolescente aunque hayan cumplido los 18 años, y aún por formar como los hijos de José Ortega Cano, torero. O la hija de la tonadillera, Isabel Pantoja.
El ser humano hace que lo simple sea complicado. Que el respeto, la coherencia, el seny se convierta en algo complejo y dé como resultado sin sentidos. Y mira que estamos rodeados de libros de autoayuda, de crecimiento personal, de retiros espirituales para encontrar el equilibrio y la calma. Libros de los cuales se consumen, se devoran,... pero chirrían porque si después en la globalidad de tu vida no hay una coherencia es volver al sin sentido. Claro que el ser humano no es perfecto sino ¡qué aburrido sería! Pero hay cosas, acciones que no entenderé nunca por más que me las expliquen. Después entiendes las personas que tienen éxito en su vida profesional o personal porque todos tienen una cualidad que comparten la practicidad, simplificar lo que les viene encima. No darle a lo que es tres vueltas o cuatro. Un paso de cebra es para pararse el coche sí o sí. Una mujer embarazada puede ser competente en su trabajo. En las fiestas puedes disfrutar de ellas y vivirlas con intensidad sin desvirtuarlas. Se puede vivir más de cara al mar siendo mediterráneos. Un fiscal si es la parte acusadora debe ejercer su profesión. Y el adolescente de papel couche tiene derecho a equivocarse sin ser juzgado. Pero claro siempre se ha dicho que buscamos los tres pies al gato. Pienso que si las personas nos paráramos un momento y reflexionáramos unos instantes sobre lo que hacemos nos ahorraríamos muchos males entendidos o desgracias. Y seguramente habrían menos leyes y eso significaría que somos una sociedad avanzada e inteligente. Poniendo los pies en la tierra, es una ilusión. Pero hay que decirlo para que algo quede y se pueda poner en práctica en la medida de lo posible. Y es que menos es más. Simplifiquemos las cosas.
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