Domingo 29 de Junio. Festividad de los Santos Pedro y Pablo. Escucho atentamente la homilía del sacerdote oficiante de la Misa en la que explica la importancia que la Iglesia Católica da a los dos Santos cuya festividad celebramos, ya que descontando la importancia que se da a la Virgen María como madre de Dios, que se la venera en muchísimas advocaciones, son estos dos únicos santos a quienes se dedican más de un día para celebrar algo relacionado con su vida o martirio.
La festividad me hace rememorar lo visto y disfrutado en conocer un aspecto de la vida lusitana en mi reciente viaje a Portugal.
Me llamó la atención lo engalanados que estaban los pueblos del país vecino, con guirnaldas de colores de la bandera nacional y toda clase de decoración de oropel. Pregunté a mi familiar portugués y me dijo que era debido a que se celebraban las «Festas dos Santos Populares».. Curiosa por saber lo que ello significaba, aprendí que lo que los portugueses celebran son las fiestas populares de San Pedro, San Juan y San Antonio, quizás la más importante, por ser éste el patrón de Lisboa, la capital. Todos esos días caen en junio y durante los días que duran, desde el 13 , San Antonio hasta San Pedro el 29, hay bailes tradicionales al aire libre, venta de sardinas asadas a la barbacoa y en Lisboa hay un gran carnaval con desfiles por la Avenida da Liberdade y baile hasta la madrugada.
El desfile de carnaval de Lisboa es en la noche del 12 de junio,. Cada distrito de Lisboa incluye bandas de música, grupos de danza, objetos altamente decorativos y la asistencia obligatoria de una celebridad de TV. El desfile es encabezado por las parejas de San Antonio que se han casado temprano ese mismo día.
Una encantadora tradición de las fiestas es que las parejas dan a sus seres queridos pequeñas plantas de tomillo en una maceta que contienen poemas románticos o de amor que desean suerte o felicidad a esa persona. Estas pequeñas plantas de tomillo se llaman «majericos» que juntamente con las sardinas se han convertido en los iconos del Carnaval de Lisboa.
Si hay algo verdaderamente típico de las fiestas populares es la sardina. Asada, con pan y acompañada de ensalada de pimientos es el plato más degustado durante el mes de junio por portugueses. En muchos rincones encontramos una pequeña o grande parrilla llena de sardinas y normalmente una larga fila de personas esperando a que llegue su vez. Si no tienes sitio en las mesas, no te preocupes, la sardina sabe igualmente bien si se come de pie, dentro de grandes rebanadas de pan.
Como San Antonio es tanto el santo patrón de Lisboa como de los recién casados, hay una prisa enorme para las bodas en el día de su festival. El 12 de junio, hay un número masivo de bodas de 15 o más parejas que encabezan el desfile de carnaval de la noche. La boda masiva se produce en la «Catedral de Se» que es el nombre que recibe la de Lisboa a pocos metros del lugar de nacimiento de San Antonio.
Y permítanme un consejo. Uno de los grandes malentendidos que sufren habitualmente los turistas españoles que van a Portugal es tomar los platos de entradas que ponen en los restaurantes como si se tratara de una amabilidad de la casa o de un entremés gratuito hasta que llegue la comida. En realidad, este tipo de aperitivos -los típicos son la mantequilla, el queso, los patés varios o las aceitunas- se pagan en la cuenta al final y acaban subiendo notablemente el precio total de cenas que, si no, serían bastante asequibles, a pesar de su 23 % de IVA. Podemos pedir que las retiren, pero no hace falta. Basta con no tocarlos si no queremos que nos los cobren.