El reino de la abstracción está lleno de injusticias. A veces pagan justos por pecadores y ciudadanos por especuladores. En las declaraciones grandilocuentes, todos los gatos son pardos y los metemos en el mismo saco, para que no se escapen. Las palabras también esconden y aprisionan. El individuo único, irrepetible, concreto, real, diferente; que sufre si le pinchan, ríe si le hace gracia y muere si le envenenan...queda sepultado bajo la etiqueta genérica que abarca, pero también aprieta.
Es necesario reclamar la igualdad, dignidad y libertad de todas las mujeres, porque es una exigencia evolutiva de la humanidad. Una conquista de la civilización. Un reflejo del tipo de sociedad abierta que aspiramos a construir y que sigue teniendo tantos enemigos. Enemigos que aspiran a construir otra sociedad distinta, donde el papel de la mujer sería también diferente.
Cuando vemos las 365 fotografías antiguas de Menorca colgadas en Facebook, que ha recopilado en un bello montaje Miquel Mariano, nos damos cuenta de esa corriente que nos arrastra e impulsa a mejorar, aunque conservemos siempre nuestro lado oscuro.
A pesar de avances innegables, millones de mujeres de diferentes países, culturas y religiones sufren hoy la violencia y la sumisión, de todas las formas posibles. No podemos conformarnos con declaraciones r'imbombantes o actos para la galería. Meras palabras políticamente correctas, para que todo siga igual o peor.