En un reportaje publicado en «XL Semanal» se dice que en Finlandia se va dejar de escribir con letra hilada. Que prefieren pasar a escritura digital a través de tabletas, consideran que no hay que ir en contra de la evolución y que los jóvenes escriben más de esta forma por los smartphone. Pero están los defensores de la caligrafía, entre ellos muchos empresarios de Silicon Valley que aunque parezca contradictorio llevan a sus hijos a colegios que apartan aparatos y pantallas para poder desarrollar el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de reflexión y de memoria. De pensar, de aclarar ideas. Otros defensores son los médicos psiquiatras, pues «lo tendrían muy difícil a la hora de diagnosticar una depresión si tuvieran que hacer un recuento de los emojis tristones que salpimentan un texto de whatsApp en lugar de fijarse en la inclinación de los renglones o el tamaño de la letra», dice el reportaje. ¡Vamos, que por lo leído veo muy difícil que España deje de escribir una caligrafía encadenada! Veremos qué resultados da en Finlandia este proyecto incipiente, motivado también porque consideran que deben centrarse en otras materias más importantes. Aparte dan cursos en la misma escuela para enlazar, para saber atarse los cordones de zapatos o tejer un suéter, tanto niños como niñas.
ME DETENGO en los emojis, que este año que se va han dado mucho que hablar, ya que uno de los más usados por los usuarios de móvil es la carita que tiene dos lágrimas de llorar de alegría. El Diccionario Inglés Oxford eligió este emoji como el vocablo más importante de 2015. En años anteriores se elegía una palabra; sin embargo, en esta ocasión se trata de un icono, que según estudios, es el más empleado en las comunicaciones escritas; con un 20% de las preferencias en el Reino Unido y 17% en Estados Unidos. ¿Qué dirán los psiquiatras de esto? Que somos ¡súper felices! o aparentamos ser súper felices, y ¡con mucho sentido del humor! Me ha motivado a escribir sobre esto por dos razones: primero, porque acabo de ver al pintor impresionista Vincent Van Gogh sacar la lengua con un piercing en la nariz en una tienda de firma de Mahón. Y pensaba ¡madre mía, Van Gogh, si levantaras la cabeza! ¿Qué pensarías de esta reinterpretación de tu autorretrato? Y la segunda razón es que me despido de esta columna con el emoji del estudio de Oxford porque he sido muy feliz, y me ha dado muchas alegrías escribiendo esta columna durante dos años. El año que viene seguiré con la columna pero cambio temática: se llamará Supervan Family, y estará dedicada a la educación y crianza de niños de 0 a 3 años, el periodo en que se construye la base de nuestra seguridad y felicidad.
@sernariadna