Hay gente que hace cosas difíciles con una facilidad asombrosa. Deportistas, artistas, equilibristas… Pero ¿cuál es el secreto de la facilidad? ¿Es innata o adquirida? Y si es adquirida ¿Cuánto cuesta? La facilidad aparente es el fruto de mucho esfuerzo, dedicación y constancia. Con la práctica, hasta lo más complicado puede parecer natural. La mayoría de capacidades humanas no se regalan ni se heredan, sino que se educan y se entrenan con interés y perseverancia. Pero hay quien desprecia lo que requiere esfuerzo, renuncias o estudio. El que combate la cultura que no tiene o pretende utilizarla para sus fines.
Para el populismo ha llegado la hora de cambiar las reglas o saltárselas.
Por eso, la América superficial que conocemos es la punta del iceberg. La mayor parte del iceberg está oculta y agazapada bajo la superficie. Y en esa América profunda se mueven como pez en el agua los seguidores de Trump, los del Tea Party, los del Ku Klux Klan y otros fenómenos por el estilo, que no están para elucubraciones profundas ni para veleidades progresistas. Les encantaría un poder sin trabas ni restricciones y lo están consiguiendo a base de ganar votaciones. Masas descontentas y frustradas se dedican a castigar a los que ellos identifican con el sistema. Pensábamos que lo conseguido tras las grandes catástrofes bélicas del siglo XX era una conquista irreversible. A veces, parece que todo eso pende de un hilo.