Mi hija intuye como se maneja una tableta electrónica porque nos ve hacerlo en casa. No es que sea más lista que yo a su edad, es que nos ve constantemente a nosotros como padres, es nuestra herramienta de trabajo. En todos lados y a cualquier hora hay alguien con los dedos en una pantalla. Claro que sabe pasar con el dedo las fotos, es un acto que hacemos al día tropecientas veces. En esas, a veces, le pongo dibujos desde el youtube. Y hay unos dibujos animados en especial que le gusta mucho, «La oveja Shaun». Una serie de animación británica que suelen poner en «Clan» (TVE) pero cuando lo quiere ver ella no la echan. Por eso se la pongo desde la tableta. Y hay que tener cuidado, pues cuando le pusimos uno de sus capítulos, aprovechamos para hacer otras cosas, para ir avanzando. Aunque siempre vemos los dibujos acompañándola, en este impás, su padre se dio cuenta de lo mal que hablaban los protagonistas, con tacos e insultos. Y nos percatamos de que era una traducción muy libre, con voz distorsionada y hablando en castellano. Inmediatamente lo paramos, y le buscamos otros capítulos. Y esta vez la acompañamos viéndolo. Nos dimos cuenta que el mal se esconde hasta en lo más inocente, en unos dibujos.
Me recordó al juez de menores de Granada, Emilio Calatayud. Unas frase que le acompañará siempre «a los hijos hay que registrarles los cajones de su habitación, el ordenador,... mientras vivan en nuestro techo». Y es que la tarea de criar y educar es el día a día. A los hijos hay que enseñarles que existe el mal también, y que no por ello van a dejar su mirada inocente y de ilusión. Pero hay que prevenirles de que no todo el mundo se comporta con una ética ni moral. También recuerdo palabras que me decía mi padre de jovencita «la gente te valorará más por decir un 'no' a tiempo que decir a todo 'si'». Y eso me lo decía en el tema de las drogas. Si alguien se acerca a ofrecerte porros, u otras drogas te harás más de respetar diciendo 'no'. Aunque sigan insistiéndote de «venga que si no lo consumes no eres lo suficientemente mujer, u hombre». Y si te mantienes en el 'no', te harás respetar primero a ti misma, porque te quieres y te valoras, y después hacia los demás. Así en muchos ejemplos de la vida. Caerse es una manera de aprender. Pero si puedes adelantarte a ciertos momentos que vivirá es mucho mejor, porque así no le será extraña la circunstancia. Y lo mejor es que tendrá la confianza de contártelo. Siempre le agradeceré a mi padre estas conversaciones.
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