Qué ganas le tenemos a un roto. Si podemos rasgar más las vestiduras mejor se quedan algunos. Lo digo por los comentarios de la imagen de Semana Santa protagonizada por las reinas. No se habla de otra cosa. Como si fuera de una retrasmisión de fútbol, la princesa Leonor retira por la escuadra el brazo de su abuela reina, no una sino dos veces. Al auxilio de su madre, reina. Esta, mientras tanto, le hace boicot a un posado fotográfico, hasta que el rey Felipe parece apaciguar la situación del 'juego de tronos'. El grito en el cielo, la familia real modélica conseguida por Letizia y Felipe, se resquebraja. Se abría un melón jugoso, a ver a favor de quién está cada uno. Otros doctos, decían que se deben a un protocolo y estas no son formas de mostrarse en un día tan señalado. En su mayoría daban la razón a la reina Sofía y muy pocos a la reina Letizia. Y que si las niñas están mal educadas. ¡Ay, lo que nos va darle a la lengua! Abogo por no participar de la crítica, de criticar. Stop. Muy a pies juntillas lo he practicado estas pascuas, y me ha ido fenomenal, todo es mejor. Fluye. Me ejercito a raíz del comentario de Xavier Caparrós, divulgador educativo para los padres para mejorar.
LO CURIOSO ES que nadie habla de la relación que mantienen madre e hijas (Letizia, Leonor y Sofía). Pienso que según tengas tus hijos así son los padres y la madre en cuestión. Y las veo bien y con su madre más que bien. Una lectura que no he escuchado, porque nadie se la plantea ya que no damos importancia al mundo infantil, es que las niñas le hayan confesado a su madre que no les gusta hacerse fotos con su abuela. Es normal. A mí, a la edad de ellas, ya no quería que mi yaya me hiciera suéteres con temática infantil. El elefantito subido a un globo fue el último. Y se lo dije a mi madre, la persona de confianza para contarle mis cosas. Para mi esa era importante.
Qué hace una madre. Pues, estar de su lado. Y ¡oye! no pasa nada por salir en defensa de sus hijas. Que las formas le perdieron, puede ser, pero no siempre una es perfecta. Recordemos que Letizia es una mujer que no ha sido educada en la represión de sentimientos y, ya bastante bien lo hace, y profesional para estar a la altura de la realeza.
En esta anécdota se demuestra que todas las familias pueden tener feeling o no con familiares políticos de tu pareja. Pero en este caso se ha magnificado una historia por un solo gesto de un día. En cambio Donald Trump, presidente de los EEUU y Melania, su mujer, donde los malos gestos se repiten constantemente acompañados de miradas repelentes, no se magnifica tanto. Las reinas, Sofía y Letizia, se percibe que son dos mujeres de carácter, y que seguramente han aprendido una lección ambas, que ellas mismas sabrán.
@sernariadna