Cuando las cuentas no salen siempre suele ser por algo. En el PP se han hartado hasta la saciedad de decir que tenían 800.000 afiliados y hete aquí que ahora, como para votar hay que estar al corriente de haber pagado las cuotas como afiliado, no parece que salgan más de 60.000. Muchos morosos me parecen a mi 740.000 morosos. Tantos como para crear el partido más grande del mundo de los morosos cuya seña más propia sería no abonar su cuota como afiliado. Todo eso me recuerda aquel dicho del campesinado menorquín cuando en virtud de esa vieja fórmula llamada aparcería, cambia un lloc de l'amo, a eso se le llama fer borinar ses aranyes.
Efectivamente, es como un seísmo que viniera a remover lo que durante años ha permanecido «quieto paraó». En el PP, como primera providencia, deberían hacérselo mirar pues ¿no decían que iba todo tan bien? Pues tanto no debe ser cuando no da ni para pagar una mínima cuota a los afiliados de su partido y no uno no, si no más de 700.000. Y esa no es una cifra simbólica, si no una quiebra con todos los sacramentos. Quien vaya a ser el próximo presidente/a, debe tomar buena nota empezando por cuadrar los números a no ser que estar afiliado al PP sea completamente gratis. Vamos, como una ONG de la derecha política que también sería una opción.