Ya hemos tenido ocasión de votar en otras elecciones en Estados Unidos. Esta vez tocaba elegir los representantes en el Senado y Congreso en cada distrito electoral, además del gobernador del estado y representante en el Congreso del estado. Esto era el caso en nuestro distrito, no todos los distritos han elegido senadores.
Viviendo en el sur profundo, voto por deber ciudadano, pero ya se el resultado antes de votar, salen los representantes republicanos y los partidarios de Trump. Parece que el resultado es inamovible independientemente de las barbaridades que haga el Sr. Trump.
Estas elecciones han despertado gran interés en la población.
En general dos fueron las motivaciones más fuertes para ir a votar. Una el sentimiento anti-Trump de una parte de la población, otra el interés por restaurar las medidas de Obama con respecto a la Seguridad Social, en particular que las compañías de seguros no puedan rechazar a quienes tiene malas condiciones de salud previas a asegurarse.
El problema que existe es que ese entusiasmo por ir a votar tiene que traducirse en dinero. Cada día recibía yo unos cuarenta correos pidiendo dinero para promocionar un candidato u otro. Hasta dos horas antes de cerrar los colegios electorales me siguieron llegando peticiones de dinero. La prensa analiza el éxito o fracaso de los candidatos dependiendo del dinero que recogen. Toda una maquinaria de compañías pidiendo e invirtiendo dinero esta en marcha más de un año antes de las elecciones.
Una indicación de ese trafico de dinero se puede ver en cuales han sido los gastos oficiales de estas elecciones por parte de los dos partidos entre el 1 de septiembre y el 1 de noviembre.
Un total de más de 1.000 millones de dólares se han gastado en este periodo. Algo escandalosos, ¿cuantos problemas reales se hubieran podido resolver con este dinero? Pero según el Tribunal Supremo no hay limite en el gasto ya que es "libertad de expresión".
Así me doy cuenta de mi relativa libertad de expresión comparada con la de los dirigentes de las grandes compañías.
Seria interesante poder averiguar quienes son los que se benefician de ese movimiento de dinero asociado a las elecciones. Evidentemente, no será fácil averiguarlo. Eso aparte de los beneficios que sacan de los políticos las grandes fortunas que contribuyen a los gastos electorales. ¿Donde está la democracia en estas condiciones?
En algunos estados se votaba también propuestas de partidos ecologistas para limitar el uso de combustibles fósiles y promocionar energías renovables. De nuevo se han invertido ingentes cantidades de dinero sobre todo para evitar que salieran adelante. Desgraciadamente casi todas esas propuestas han fracasado.
Trump atacó a los demócratas con mentiras e insultos como es su costumbre. Avisó a los electores que los demócratas destruirían la economía, eliminarían Medicare y lanzarían una ola de crimen violento poniendo en peligro a las familias. También dijo que transformarían Estados Unidos en una Venezuela. Curioso, me parece que he oido comentarios similares de otros partidos en otro país.
El resultado de momento, aún no han acabado algunos escrutinios, es bastante claro. El Congreso pasa al control demócrata y el Senado sigue con mayoría republicana. Eso es algo de golpe para Trump aunque controlando el Senado tiene aun mucho poder. Serán dos años más de tira y afloja pero a lo mejor podemos ver alguna buena iniciativa por parte del Congreso.
Trump ya ha mostrado su estado de ánimo después de las elecciones insultando a diestro y siniestro. Evidentemente la culpa es parte de la prensa. Ha despedido al fiscal general que no quiso controlar la investigación sobre la interferencia rusa en las pasadas elecciones.
Pero ha sido muy positivo la aparición de muchas caras jóvenes luchando para mejorar el país. Ha habido un serio aumento en mujeres candidatas y elegidas, eso y también la participación de candidatos de minorías étnicas habla en favor de esta renovación.